¿Vas a venir a Bulgaria y no sabes qué sorpresas te depara adentrarte en su cultura? Los choques culturales son inevitables. Son parte del encanto de viajar o conocer personas con otros antecedentes culturales. Aunque a menudo suponen momentos de vergüenza y aclarar malentendidos, una mente abierta y respetuosa es suficiente.
En este artículo comento los choques culturales más comunes que vas a experimentar en el contacto directo con los y las búlgaras.
Con poco esfuerzo dominarás las claves socioculturales de Bulgaria en poco tiempo. Aquí viene el kit antichoque para 7 shocks culturales, en el que encontrarás sus contextos y consejos sencillos. Así podrás superarlos e integrarte mejor que el queso en una banitsa bien horneada.
Choque cultural 1 – Comer muy despacio
Uno de los mayores choques culturales en Bulgaria llega en el peor momento: cuando tienes hambre. Mientras que en muchos países al juntarnos a comer, primero comemos y luego tenemos una larga sobremesa que se acerca peligrosamente a la merienda, en Bulgaria no hay sobremesa.
Otros extranjeros en Bulgaria llaman a este choque cultural “Dejar que se enfríe la comida que se come caliente“. Cuando los búlgaros te inviten a comer, a pesar de que te estés muriendo de hambre y se te caiga la baba: resiste, camarada.
No te hinches a comer en la primera media hora ni pienses que la comida está envenenada porque el resto de comensales apenas la prueben. La comida no va a desaparecer, solo se va a quedar fría y van a picotear durante horas.

¿Y esto sólo pasa en las reuniones sociales? ¡Qué va! Para muchas familias son las 7 de la tarde cuando preparan una ensalada y beben Rakija, mientras ven la tele y se calienta el plato principal a fuego lento. Hacia las 8pm quizá han terminado la ensalada, y se sirven la mandja (манджа - /mánya/ : nombre genérico para platos principales cocinados en una olla, estofados).
Para cuando han terminado las noticias y el prognóstico del tiempo a las 8:45pm, todavía tienen comida en el plato. Empieza el fútbol o el MasterChef y dan las 9. En el descanso quizá se sirven un poco más, o rebañan el plato con pan. Son las 10pm y no ha llegado el postre.
Truco para principiantes:
No van a pensar que eres malducado/a si terminas la comida de tu plato rápidamente, pero no van a parar de llenártelo de nuevo y vas a acabar reventando. Juega a ser el mimo de otro/a comensal y come sólo cuando esta persona coma.
Choque cultural 2 – El Botox
No puedes entender la cultura búlgara sin saber quiénes son las Kiflas (кифла - /kífla/ : 1. Dulce con forma de croissant relleno de mermelada. 2. Mujer muy presumida y hortera; choni). Quiero aclarar que en su inmensa mayoría no son cantantes famosas, aunque lo parezcan. De hecho, suelen ser mujeres humildes.
Las Kiflas se dejan ver de lejos con sus ropas llamativas, sus melenas cardadas con extensiones, sus moños imposibles, y sus perros diminutos con chalecos de charol acolchado. De cerca, además de sus uñas recién salidas del hornito de secar el pegamento para uñas postizas, te van a impactar sus labios protuberantes y extremadament tersos. ¡Esos labios! Puedes mirarles sin reparos, lo están deseando. Pero no te confundas: las Kiflas son sólo los preparativos para este choque cultural.

Paulatinamente notarás que la camarera veinteañera del bar del pueblo también tiene unos labios imposibles, que tu cuñada búlgara al reir no mueve el bigote y no te suena que le haya picado una abeja, que tu vecina de abajo la pobrecilla está cruzando el Mar de la Baja Autoestima a sus 55 años en una barca llena de agujeros que rellena con botox.
Estas personas intentan parecer naturales y tú intentas ignorar su botox, pero es inevitable. Tu cerebro sabe que algo no encaja y lo intenta procesar mirando de nuevo.
Truco para principiantes:
Diles que están muy guapas (que bastante tienen ya con lo suyo), y no te pongas a hablar del tema en profundidad, o acabarás pidiendo cita en la clínica del Dr. Nick.
Choque cultural 3 – Negar y Asentir
Otro de los choques culturales que más pronto vas a experimentar, y que gana por mayoría absoluta en curiosidades de la cultura búlgara, es el lenguaje corporal al negar y asentir. Imagina que tienes una amistad extraterrestre de visita en la Tierra y le haces un tutorial para entenderse con cualquier humano.
Son dos comandas básicas: Para asentir, flexiona tu cuello extraterrestre de arriba abajo. Para negar, haz una torsión de tu cuello de izquierda a derecha o vice versa. ¿Todo bien? Esperemos que tu alien haya aprendido algo de inglés cuando llegue a Bulgaria o se va a hacer un lío tremendo.

Resulta que en Bulgaria, cuando se mueve la cabeza de arriba abajo, se está diciendo que “No”. Y si es tan sólo una flexión arriba y abajo, acompañada de un chasquido con la lengua, te están diciendo que “Ni hablar del peluquín.”
Además de girar la cabeza de izquierda a derecha, para asentir en Bulgaria también se balancea la cabeza de lado a lado sin torcer el cuello, como si fuesen bailarines de Bollywood.
Truco para principiantes:
Aprende las palabras Da/Да y Ne/Нe y si tienes dudas pregunta para que te confimen:
Да, нали? /da, nalí ?/ – ¿Sí?
Не, нали? /ne, nalí?/- ¿No?
Hasta que se te acaben pegando los gestos, y entonces vuelvas locos a tus paisanos/as de vuelta en tu país de origen.
Choque cultural 4 – Diminutivos
Si llegas a Bulgaria para mezclarte de lleno con la población local, vas a tomarte un tiempo en aprenderte sus nombres. La mayoría son fáciles de pronunciar con alguna excepción, así que no hay de qué preocuparse. Te preguntarás “Entonces, ¿por qué me estás alarmando, querida Momiche?” En cuanto estás en confianza y menos te lo esperas llega el choque cultural.
Esos nombres que te has aprendido sudando lágrimas ortodoxas dejan de mentarse. Repentinamente, el amigo Dimitar se rebautiza y pasa a ser Mite, Mitko, Mitaka. Aleksandur, que parecía sencillo, responde a Sashka, Sasho, Sanjo.

Queridas y queridos, agárrense porque en Bulgaria no siempre usan la primera sílaba del nombre de pila para construir diminituvos, sobre todo masculinos. Aquí van algunos de mis favoritos:
- Ivan: Vanka, Vanjo, Vanche
- Kalojan: Yanni, Yanche
- Nikola / Nikolaj: Koljo
- Simeon: Monka, Moni
- Yordan: Dancho, Daka, Dani
- Stanimir, Petromir: Miro
Truco para principiantes:
Acepta la derrota y aprecia la imaginación de los y las búlgaras. Admitamos que Pepe y Paco o Chon y Concha son peores porque ni si quiera tienen que ver con el nombre real ¡y nadie se queja!
Choque cultural 5 – Llamar por Teléfono
Bulgaria tuvo un boom en la industria de tecnologías de la informción (IT para los geeks) en las últimas dos décadas y no por casualidad, si no porque tiene una de las redes de internet más rápidas y accesibles del mundo. Incluso la yaya en la aldea más remota usa apps de mensajería gratuitas para mandar gifs con flores y purpurina a sus nietos todos los días.
Así pues, rellenas el campo del número de teléfono en un formulario asumiendo que a lo sumo te enviarán un SMS o un automensaje en Viber/WhatsApp. ¡Ay, pobre de ti! Enseguida conocerás la cruda realidad. A los y las búlgaras les encanta llamar por teléfono.
Aunque les pidas expresamente y por favor que te manden un email, o te notifiquen por SMS – porque trabajas en una centralita y usar el móvil está terminantemente prohibido con pena de muerte, o porque no sabes Búlgaro, o porque tienes ansiedad social y te da terror hablar por teléfono hasta con tu madre, o porque eres mudo… Les da igual, te van a llamar. Siempre. Lo siento.

Lo más chocante es que también funciona al revés, de modo que verás horarios en páginas web que están de adorno porque te invitan a “confirmar por teléfono” que estén en vigor; o la misma persona puede dejarte en visto durante lustros pero coger tu llamada en cuestión de segundos.
Truco para principiantes:
Opción fácil – Encuentra un padrino o madrina que sepa hablar búgaro y te defienda vía telefónica durante los primeros meses.
Opción difícil – Aprende esta frase (que a veces cuela):
- No puedo hablar, por favor, ¿puede enviarme un email?
- Не мога да говоря, моля, можете ли да ми изпратите имейл?
- /Ne moga da govorya, molya, mozhete li da mi izpratite imeĭl?/
Choque cultural 6 – “Puede”
Este choque cultural lo experimentarás al poco tiempo de empezar a integrarte. Has aprendido Da y Ne (¡tampoco era tan difícil!), y empiezas a preguntar cosas sencillas en búlgaro a tus amistades para presumir de tus avances en el idioma: “¿Quieres más comida?”, “¿Te quieres sentar aquí?”, “¿Vamos al cine?”. A pesar de ser sencillas preguntas cerradas, te responden con una palabra que no es “No”, tampoco es “Sí”, y sonríen con anticipación.

Sorpendentemente, esa palabra que no sale en tu libro ni en tu podcast para aprender búlgaro es moje (може - /moshe/) y significa “puede”. ¿Cómo que puede? ¿te están vacilando? Al contrario que en España (o en el resto de países que he visitado o habitado de hecho) donde un puede significa “No, pero no tengo una excusa todavía”, en Bulgaria es un sí rotundo y con agradecimiento.
Truco para principiantes:
Leer este blog. ¡Has desbloqueado el logro може!
Choque cultural 7 – El nombre medio
Para finalizar he dejado uno de los choques culturales en Bulgaria más estructurales. En una misma generación de primos hermanos puede haber criaturas que se llamen igual.
¿Imaginas tener un primo o prima que sea tu tocayo/a? ¿Esto lo hacen para que los y las abuelas tengan menos probabilidades de causar dramas familiares cuando hablen a escondidas de su nieto favorito? Misterio sin resolver.
Si sus padres son hermanos, sus apellidos también son idénticos porque los búlgaros/as sólo tienen un apellido dado por el padre. Entonces, para diferenciar a los tres Dimitars o dos Radostinas entre primos/as, se usa el nombre medio.
De hecho, el nombre medio aparece en el carnet de identidad oficialmente, y consiste en insertar el apellido de soltera de la madre entre el nombre de pila y el apellido del padre.
¡Era broma, por favor! ¿Cómo vamos a usar el apellido de la madre? ¿A quién se le ha ocurrido semejante atrocidad en este divino paraíso patriarcal? En su lugar, hacen un remix con el nombre de pila del padre (lo que en etnología es un Patronímico).

Te pongo un ejemplo:
- Imagina que Ivan y Rusi Karakolev son hermanos.
- Los dos ponen de nombre a sus hijas Denitsa (porque no hay más nombres de mujer, parece ser).
- La hija de Ivan es Denitsa Ivanova Karakoleva y la hija de Rusi es Denitsa Rusova Karakoleva.
Truco para principiantes:
Ten bebés con un hombre búlgaro feminista que, dado el caso, acepte ponrle a la criatura el apellido materno. No hay otra.
¡Enhorabuena! Has completado este kit de iniciación de 7 choques culturales en Bulgaria y estás listo/a para tu nivel 2 de inmersión en la cultura búlgara.
¿Vas a adentrarte en mundo de los negocios en Bulgaria, o en la universidad, o vas a tener una familia búlgara? Cuéntame tus experiencias en los comentarios, y ¡sintoniza para más artículos preparatorios de choques culturales en esferas específicas!
Jajajaj me muero de risa. No sé si algún día seré capaz de asimilar todo lo leído. Con lo que me costo aprende a comunicarme con los que tienen mi misma cultura… Jajajaj creo qué cuando viaje a Bulgaria pediré un guía local